domingo, 2 de diciembre de 2007

Gente imbécil en las salas cine

Llevo muchas semanas sin ir al cine. Cada vez estoy menos conectado con la actualidad cinematográfica, en realidad. No sé cuáles películas están en cartelera ni cuáles son las que se van a estrenar dentro de poco. No sé cuáles son las pelis que la gente está esperando ver ni quiénes son los directores, guionistas y actores que han triunfado con sus trabajos últimamente. No sé nada de eso. Lo que sí sé es que hay algo que me molesta bastante cada vez que voy a ver una película: la gente.

¿Por qué a la gente le gusta hacer tanto ruido cuando está en una sala de cine? Y no me refiero a ruidos que pueden ser normales como una simple tos, estornudos, etc. No, me refiero a la gente que le encanta hacer ruido mientras come algo, mientras intenta abrir una bolsita de lo que sea o mientras intenta absorber algún líquido. Pareciera que no se dan cuenta de que el líquido se terminó, siempre se mantienen por un buen rato tratando de absorber algo que no hay en el vaso, provocando un sonido molesto. A veces, incluso, juegan con el hielo, ya sea con el pitillo (pajita), con la boca (chupándolos y escupiéndolos) o con el mismo vaso, moviéndolo en círculos para ver si sale más líquido de la nada.

Me he dado cuenta de que estas cosas ocurren especialmente antes de empezar la película, en esos segundos de silencio en los que uno está esperando que comience el film, justo después de haber visto los trailers de otras producciones a estrenar. Por una esquina de la sala se escucha una torpe mano revolviendo las cotufas (palomitas de maíz), como si las estuvieran acariciando; por otra esquina se escuchan bocas masticando lentamente cosas crujientes, creyendo que masticando así nadie se da cuenta de que están comiendo; por otra se oye a alguien intentando abrir desesperadamente alguna bolsita plástica, dando la impresión de que son imposibles de abrir; y por otra se escuchan voces con un tono de voz desesperante, ese tono que en principio debería no escucharse pero que al final se oye en todos lados, como si estuvieran susurrando para todo el mundo.

Yo creo que la gente no va al cine a ver películas sino a hacer ruido. Les encanta hacer ruido. No sé si será causado por la oscuridad, las butacas, la pantalla gigante o qué, pero les encanta y eso me molesta.

Si tú eres una de esas personas, por favor, recapacita y analiza tu actitud. Personas a tu alrededor desean maltratarte física y psicológicamente.

Conclusión: propongo que se cree una ley que obligue a la gente a recibir clases de asistencias a cines. Cada persona debería recibir clases para aprender a abrir bolsitas rápidamente, a comer y beber si emitir ruidos molestos, así como a hablar sin fastidiar a los que están alrededor.

Don Excmo

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ha ganado el NO! Comenta, Don Excelentísimo.
-CK

Anónimo dijo...

Don Excmo. sus medidas llegaron a tiempo. Ganó el NO! Cuál es su siguiente paso?

Anónimo dijo...

Querido Julio:

Una vez más debo alabar tu texto. Sin embargo, déjame preguntarte algo: ¿crees que un irredento come-palomitas puede respetar tanto el silencio como tú? Es mi caso. He llegado a desarrollar una técnica para comer las palomitas de modo que no moleste absolutamente a nadie: para empezar, es recomendable comer muchas en las transiciones musicales del film, así como en las escenas de gritos, persecuciones o explosiones. Cuando la peli se torna intimista, con planos mantenidos y largos diálogos es mejor no comerlas. Si entonces no puedes comerlas es cuando debe usar mi técnica: olvidarse de los dientes. Será la lengua, envolviendo a la palomita y reduciéndola en tu paladar, la que hará el trabajo. La lengua bloquea el sonido y deshace la palomita de forma sutil. Es menos placentero, pero más respetuoso.

-CK

Anónimo dijo...

¿Así que eres tú uno de esos que no me dejan apreciar la música en las películas? CK voy a por ti

Anónimo dijo...

CK, eres grande. Esa es la técnica perfecta, sin duda alguna. Personas como tú hacen un mejor mundo porque no piensan solamente en el bienestar personal sino en el colectivo. Una cosa es comer y otra es jugar con ellas. Yo sé que tú sólo las comes, porque eres grande.

PD: intentaré publicar esta misma noche un post sobre lo que ocurrió anoche, la victoria del NO que en realidad ganó por un margen mayor al que se dio a conocer. Pero ya hablaré de ello. El mundo merece saber cómo funcionan las cosas en algunos lugares del mundo. Sólo les digo que quedé sin voz por los gritos de euforia, fue como gritar un gol de Raúl en una final de Champions contra un equipo italiano. Antes de acostarme, (3:30 am) me serví un buen vaso de whisky y celebré. El plan está funcionando.

Anónimo dijo...

Al final el Bien siempre triunfa. Ya se lo dije a Dios

Anónimo dijo...

Para que no te molesten lo mejor es ir a los cines menos concurridos y a las sesiones a las que no va nadie. O, si no, vete a ver una peli coreana, en blanco y negro y en versión original... Te aseguro que nadie come palomitas en una de esas, son tan "guays" que están por encima de eso...jejejeje

Anónimo dijo...

eso no tiene nada de molesto que se pongan a hablar por movil si!!!